Recientemente hemos asistido a la muestra, una vez más, de la importancia de actuar de forma rápida y efectiva en el siniestro de las instalaciones de una empresa.

El pasado mes  una fábrica familiar de pastelería sufrió un incendio que afecto a la totalidad de su nave. Las instalaciones quedaron totalmente inservibles y como es normal la producción completamente paralizada.

Muchos de los que estén leyendo esto pensaran en las perdidas que esto conlleva, no solo materiales, sino también de clientes. Una gran empresa con varias fábricas puede derivar los pedidos de la afectada a otras instalaciones para poder seguir sirviendo los pedidos, ¿pero que pasa cuando es una pequeña empresa que solo cuenta con una fábrica?  Pues que se arriesga a perder a todos sus clientes si no cuenta con una buena gestión del siniestro.

En el caso que os contamos a la semana de sufrir el aparatoso incendio la empresa estaba trabajando de nuevo pudiendo atender los encargos de sus clientes. ¿Cómo? Empezando al día siguiente del incendio a desescombrar las instalaciones. En 24 horas un equipo estaba sacando todo la producción afectada y los escombros que hacían intransitable la nave para poder recuperar y acondicionar la maquinaria y comenzar la producción en otras instalaciones.

Quizá este hecho parezca normal, pero la realidad es que no es así. En casi todos los casos, las empresas que sufren este tipo de siniestros ven su producción paralizada durante meses llevándolas normalmente a la ruina. No es lo mismo no poder atender los pedidos de tus clientes durante siete días, que durante meses.

Y como empezábamos este post, queremos hacer hincapié en la importancia de una rápida actuación tras un siniestro grave. Si en una vivienda es importante, en una empresa aún más. De ello no solo depende toda la inversión del pequeño empresario, sino también todos los puestos de trabajo de sus empleados.

Un saludo.

Miguel Guardiola
Responsable de Comunicación y Marketing
Recasa recuperación de activos